Asesoría Legal:
Al hacer un testamento, cuando se tienen varios hijos es casi una regla o una costumbre, el que todos los padres se limiten a decir que “dejan todos sus bienes a sus hijos, en partes iguales”, y en esto, sin duda influye la frase de que “a todos y a cada uno de los hijos, se les quiere exactamente igual o de la misma manera”.
Sin embargo, los padres deberían tomar en cuenta y analizar si las cosas que poseen y que van a dejar como herencia, pueden dividirse en “partes iguales”, si no es posible, se pueden adjudicar sus pertenencias a todos los hijos en “copropiedad” o bien realizarse una venta, para que se repartan en partes iguales el efectivo.
Asimismo, deben pensar en que si hay copropiedad entre los hijos, pueden surgir muchos y muy serios problemas, porque si los padres quieren “a todos y a cada uno de los hijos, exactamente igual o de la misma manera”, entre hermanos no es común ese tipo de amor; y no porque “sean malos y/o desconsiderados”, sino porque los hermanos son diferentes, y a la muerte de los padres, algunos pudieren tener ya su propia familia, cuya opinión, será más importante que la de su hermano.
Cuando los padres vayan a hacer su testamento, siempre deben exponer exactamente lo que piensan, lo que quieren, lo que desean, y lo que temen, para que también el Notario les diga los convenientes e inconvenientes de todo eso.
Si después de hablar con el Notario, hay dudas, será mejor replantearse la situación, para estar seguro de lo que se va a hacer en el testamento, pues el padre o la madre que va a dictar su testamento, también debe estar consciente que “será su última voluntad”, es decir, una vez muerto (a), ya no podrá hacer algo al respecto.